Björn Dunkerbeck

Bjørn es un fanático del deporte. Adorado por muchos como el mejor windsurfista, la figura del chico glamuroso ha sido uno de los héroes del windsurf desde que llegó al circuito profesional a la tierna edad de 17 años. Esta leyenda del windsurf, mitad danesa y mitad holandesa, ha batido cuatro veces el récord de velocidad de la milla náutica, dos veces el récord de velocidad de 500 metros en mar abierto y el récord de velocidad de 250 metros. Si a esto le añadimos 167 títulos de la Asociación Profesional de Windsurf (PWA), siete coronas del Campeonato Mundial de Olas de la PWA y 42 campeonatos mundiales de la PWA, tenemos una auténtica leyenda del deporte. Su último reto en el windsurf fue superar los 100 kmh, alcanzando una velocidad máxima de 103,68 kmh. Björn Dunkerbeck no sólo se nutre de la diversidad, sino que tiene ese talento en bruto y esa determinación que le hacen destacar como un auténtico fenómeno en el mundo del deporte estrella. «Llevo toda la vida trabajando en este deporte», afirma Björn con entusiasmo. «Es mi pasión y vivo por él cada día. Si paso más de un día sin practicar el windsurf, me entra hambre y no puedo esperar a salir. Soy básicamente un fanático del deporte. Si no estoy en el agua, hago snowboard o bicicleta de montaña, pero no puedo pasar sin el windsurf».

Esta pasión le hace estar muy implicado en la conservación, especialmente en la de los océanos, lagos y ríos del mundo, concienciando sobre la necesidad de mantener limpio el mayor pulmón del mundo, para que todos los seres vivos puedan seguir viviendo y respirando.