Gracias a la iniciativa de Loro Parque, embajada animal y centro de conservación de la biodiversidad, en estrecha colaboración con Loro Parque Fundación, hace unos días se liberaron en la naturaleza otros dos guacamayos de Lear (Anodorhynchus leari). Este proyecto es uno de los más importantes de la Fundación, que ha conseguido rebajar el estatus del guacamayo de Lear en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) de “en peligro crítico” a “en peligro”.
No es la primera vez que la Fundación reintroduce en su hábitat natural ejemplares de esta especie, que es una de las diez que salvó de la extinción. Ya en agosto de 2018, seis guacamayos de Lear criados bajo su cuidado fueron liberados en la naturaleza y lograron adaptarse a las duras condiciones de sus hábitats en Brasil.
La conservación y recuperación paulatina de la población de guacamayos de Lear ha sido un largo y duro trabajo en el que ha jugado un papel crucial la labor ex situ realizada por Loro Parque Fundación. El gobierno brasileño entregó dos parejas de loros a la Fundación hace 14 años, en 2006, con la esperanza de que la Fundación criara con éxito la especie y la salvara de la extinción. De hecho, el guacamayo de Lear estaba en una situación similar a la del guacamayo de Spix, que ahora está extinto en la naturaleza.
Apenas seis meses después de la llegada de estas dos parejas comenzó la reproducción y desde entonces han nacido más de 40 ejemplares en Tenerife. El objetivo de la Fundación siempre ha sido permitir que estos loros vuelvan a su entorno natural y garantizar su conservación a largo plazo. Así, en los últimos años, se han devuelto a Brasil un total de 17 ejemplares. Nueve ejemplares para participar en el «Plan de Acción Nacional para la Conservación de la Especie» y ocho guacamayos de Lear para un retorno controlado a la naturaleza.
Loro Parque Fundación ha desarrollado protocolos especiales para la cría y mantenimiento de esta especie. Por eso, sus instalaciones cuentan con superficies de roca artificial que imitan los acantilados donde los loros se reproducen en su hábitat original. Las diferentes técnicas de cría que los expertos de Loro Parque Fundación han dominado y probado a lo largo de muchos años han dado lugar a un gran éxito en la cría.
Los animales trasladados a Brasil por Loro Parque Fundación cumplen con todos los requisitos para adaptarse a las condiciones de su hogar original. No obstante, deben pasar por un cuidadoso proceso de aclimatación.
Antes de ser liberados en su hábitat nativo, los loros se preparan para la vida en la exigente región en grandes aviarios durante varios meses. Así, los guacamayos no solo tuvieron que entrenar sus músculos de vuelo, sino también aprender a reconocer a los enemigos naturales y a alimentarse de forma independiente en su hábitat natural.
Para ayudarlos a reconocer los peligros de su entorno, un equipo de biólogos brasileños desarrolló una formación especial para que reconocieran a las serpientes, a las aves de rapiña e incluso a los humanos como una amenaza. Para eso, muñecos que imitan las siluetas de los depredadores, así como grabaciones de sus sonidos característicos, forman parte del proceso de adaptación necesario para el éxito.
La reintroducción en 2019 fue tan exitosa que ahora hace unos días se ha podido reintroducir a estos dos guacamayos de Lear criados en Tenerife para reforzar la población tras la fase de aclimatación que comenzó en agosto de 2020. Ha sido emocionante observar que los animales destinados a ser liberados ya habían recibido visitas de guacamayos en libertad en el aviario de liberación, como muestran algunas impresionantes fotos.
Este gran éxito de conservación de la biodiversidad ha sido posible gracias al compromiso de Loro Parque Fundación y del equipo de coordinación en Brasil, dirigido por la bióloga Erica Pacífico. Esta es, sin duda, una aplicación ejemplar del llamado «One Plan Approach» iniciado por los expertos en conservación de la UICN. Ante la sexta ola global de extinción que se sabe que está sufriendo la Tierra, este plan prevé una combinación de medidas de conservación de especies en hábitats naturales in situ con proyectos coordinados de cría de conservación bajo cuidado humano ex situ. Aquí, por supuesto, los conocimientos técnicos de los zoológicos modernos tienen una función clave especial, como Loro Parque demuestra de forma impresionante en este exitoso proyecto de conservación.