Categoría | Terrestre |
Fecha | 2021 |
Inversión | 118.047,00$ |
Las poblaciones del Guacamayo jacinto, la especie de guacamayo más grande del mundo, se reducen día a día. LPF trabaja para la conservación de esta especie y sus hábitats naturales.
Guacamayo Jacinto
Conservación del mayor refugio de Guacamayos Jacinto en el Pantanal de Mato Grosso, Brasil.
Anodorhynchus hyacinthinus habita en Brasil, Bolivia (Santa Cruz) y en Paraguay donde hay una pequeña población en el departamento de Concepción. A lo largo de la década de 1980, la especie sufrió importantes disminuciones, se estima que 10.000 aves fueron capturadas ilegalmente para el comercio de mascotas, lo cual sumado a la destrucción generalizada del hábitat y a la caza provocaron una mayor reducción en el número de ejemplares. La mayoría de la población ahora está ubicada en el Pantanal, Brasil, donde desde 1990 la especie ha mostrado signos de recuperación y ha ampliado su área de distribución, probablemente en respuesta a los proyectos de conservación. Es así como pasó de estar catalogada En Peligro (2000-2013) a Vulnerable en 2014 (UICN), sin embargo, todavía se sospecha que la tasa general de disminución durante tres generaciones ha sido rápida.
A. hyacinthinu se alimenta principalmente de frutos duros de unas pocas especies de palmeras endémicas (Scheelea phalerata y Acrocomia aculeata) de la región del Pantanal. El guacamayo jacinto anida de julio a diciembre en grandes cavidades de árboles (principalmente en Sterculia apetala en el Pantanal y S. pruriens en la Amazonía) y en acantilados. Por lo general, ponen dos huevos, pero normalmente solo un polluelo empluma. El Tucán Ramphastos toco es responsable de dispersar el 83% de las semillas de Sterculia apetala, pero también consume el 53% de los huevos depredados.
Loro Parque Fundación apoya el Hyacinth Macaw Institute en Brasil en la implementación del Proyecto guacamayo jacinto en el Estado de Mato Grosso. Los esfuerzos actualmente se centran en ejecutar un plan de emergencia para minimizar los daños causados por el incendio ocurrido en agosto de 2020 en el refugio natural del guacamayo jacinto, en la región de Fazenda São Francisco do Perigara, en el Pantanal Norte. El objetivo principal del proyecto es evaluar el impacto del incendio en A. hyacinthinu y monitorear la biodiversidad en la Fazenda São Francisco do Perigara.
Algunas de las actividades concretas que se llevan a cabo consisten en monitorear los nidos y conocer el número de nidos perdidos en el incendio, estimar las áreas destruidas por el fuego, instalar nidos artificiales y cámaras trampa para poder estimar la población de guacamayos en el área de operación del proyecto y crear un protocolo de emergencia para posibles incendios futuros.
Actualmente ya se han registrado diecisiete nidos activos, cinco de guacamayos jacinto y 12 de otras especies. También se registró la ocupación por Apis melifera en varias cavidades naturales y nidos artificiales, lo cual podría interferir con la reproducción de las guacamayas y gracias a las observaciones realizadas por las investigadoras y al uso de las cámaras trampa se ha documentado que los guacamayos jacinto no han vuelto a su lugar de descanso tradicional desde los incendios de agosto de 2020, y el número individuos estimado para la región es mucho menor en comparación con el mismo período del año pasado. Tras un año sin nuevos incendios, la fauna y la flora se recuperan pero la sequía y los impactos prolongados de los incendios de 2020 alertan sobre el peligro real de nuevos incendios.
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