Categoría | Terrestre |
Fecha | 1995 |
Inversión | 2.090.585$ |
Los trabajos de conservación de LPF con el Guacamayo barbazul se remontan hasta 1995. Con poco más de 300 ejemplares en la naturaleza, continuaremos luchando por salvarlo de la extinción.
Guacamayo barbazul
Censo de Ara glaucogularis en Bolivia
El guacamayo barbazul, Ara glaucogularis, es una especie endémica de Bolivia que habita únicamente en los Llanos de Moxos, una de las dos ecorregiones de las pampas del Beni. Esta ecorregión del norte de Bolivia es una de las llanuras aluviales de pastizales más grandes de América del Sur. Allí el guacamayo barbazul frecuenta los reductos de bosques de palmeras y bosques de galería, donde se alimenta principalmente del fruto de la palmera Motacú (Attalea phalerata) y anida en huecos de árboles durante la estación lluviosa (noviembre a marzo). El hábitat adecuado del guacamayo se extiende sobre un área de aproximadamente 80.000 km2. La especie se encuentra principalmente en parejas durante la temporada de reproducción, pero se vuelve más gregaria durante la estación seca, especialmente en los sitios comunales de descanso y alimentación.
Esta especies está considerada como una de las especies más amenazadas del mundo y está catalogada por la UICN en Peligro Crítico. Uno de los principales factores que ha afectado a esta especie ha sido la falta de sitios potenciales de anidación y la competencia con otras especies. Otros guacamayos comparten el mismo hábitat, incluidas las grandes cavidades de anidación que son escasas, especialmente considerando el impacto humano en los llanos de Moxos del Beni en los últimos 100 años, donde se han talado la mayoría de árboles caducifolios grandes.
La especie estuvo gravemente amenazada en el pasado por la explotación legal e ilegal para el comercio nacional e internacional de aves, aunque se ha reducido radicalmente desde los años 80. Es en esas fechas cuando Loro Parque Fundación reproduce por primera vez la especie de forma oficial en un centro zoológico y desde ese entonces han nacido más de 400 ejemplares en sus instalaciones. El nacimiento bajo cuidado humano de los guacamayos barbazules ha incidido de forma drástica en la demanda ilegal de ejemplares desde el medio natural. Además de servir de red de seguridad para la especie en el caso de necesidad.
Vale la pena mencionar que además, Loro Parque mantiene A. glaucogularis dentro del Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP) que garantiza el mantenimiento de la especie en centros zoológicos acreditados que participan en el manejo ex –situ de la especie.
El apoyo técnico y financiero de conservación de Loro Parque Fundación con el guacamayo barbazul se remonta hasta 1995. Con poco más de 300 ejemplares estimados en la naturaleza, se ha luchado durante décadas para salvarlo de la extinción. Invirtiéndose más de dos millones de dólares en la especie se ha logrado que sus números se mantengan constantes en las últimas década y con buen pronóstico de aumento de efectivos.
Loro Parque Fundación junto con el Museo Noel Kempff Mercado y la Asociación de Aves Bolivianas están desarrollando la protección, la investigación del hábitat y el apoyo con instalación de nidos artificiales que dan mayor oportunidad a la especie para reproducirse.
En el aspecto educativo y social, Loro Parque Fundación ha sido crucial en la protección de la especie a través de la implementación del uso de plumas artificiales para los tocados que utiliza la población local desde la antigüedad. En el pasado para estas danzas se mataban miles de guacamayos y en la actualidad la población consciente del efecto negativo sobre la especie los confecciona con materiales alternativos. El éxito ha sido tal que incluso se ha trasladado al mundo de la moda en el país. Ayudando también a crear un sentido de pertenencia de la especie a proteger, a través del arte y la cultura.
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