Categoría | Marítimo |
Fecha | 2008 |
Inversión | 185.799,00$ |
LPF financia varios proyectos para la investigación y protección de las poblaciones de tortuga boba de Canarias. Entre ellos un proyecto enfocado al rescate de animales heridos y su reintroducción en la naturaleza.
Tortuga Boba, Canarias
La tortuga boba, Caretta caretta, es una especie de tortuga marina que habita en prácticamente todas las agua subtropicales y templadas del mundo, desde el mar Mediterraneso, y los océanos Pacífico, Índico y Atlántico. Actualmente la UICN, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, clasifica a la tortuga boba como Vulnerable, debido principalmente al declive de sus poblaciones y a la amenaza de los lugares de cría, que hace que año tras año, el número de crías sea menor.
Las tortugas bobas realizan sus nidos en playas de arena de las regiones templadas y subtropicales de todo el mundo. Como la mayoría de las tortugas marinas, las tortugas botas son grandes migradores y se distribuyen en multitud de hábitats a lo largo de su vida (unos 45 años).
Al salir de la playa en la que nacen, las crías comienzan una fase oceánica en los principales sistemas de corrientes (giros) que sirven como zonas de desarrollo en mar abierto. Después de 4-19 años en la zona oceánica, las tortugas regresan a zonas cerca de la costa ricas en presas, donde se alimentan y crecen hasta la madurez a los 10-39 años. Una vez alcanzada la madurez sexual, las tortugas bobas emprenden migraciones de reproducción entre las zonas de alimentación y las de cría con intervalos entre de 2-3 años. Las migraciones las realizan tanto los machos como las hembras pueden atravesar zonas oceánicas que abarcan de cientos a miles de kilómetros.
Las principales amenazas para la conservación a las que se enfrentan las tortugas bobas son:
Captura accidental en pesquerías, captura directa de tortugas o huevos para el consumo humano, desarrollo costero que afecta al hábitat crítico de las tortugas,
contaminación (por ejemplo, por ingestión o enredo, desorientación causada por luces artificiales) y el cambio climático, el aumento de la temperatura de la arena en las playas de anidación que afecta a la proporción de sexos de las crías, aumento del nivel del mar, frecuencia e intensidad de las tormentas que afectan a los hábitats de anidación, etc.
Loro Parque Fundación ha colaborado en diferentes proyectos a lo largo de su historia que tienen como objetivo la protección y el incremento en el conocimiento científico de la tortuga boba. Junto con los centros de rescate de Canarias, se apoya la recuperación de las especies rescatadas en la naturaleza, y a la vez se realizan análisis para determinar el estado de salud y la realización de marcajes para estudiar la distribución y la ecología de este animal, lo que permitirá crear medidas de protección eficaces para la conservación de la tortuga boba.
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