Primolius couloni, Guacamayo de cabeza azul

Guacamayo de cabeza azul
Estado de conservación del perico macareño (Brotogeris pyrrhopterus) en Perú y Ecuador y del Guacamayo cabeciazul (Primolius couloni) en Peru.

Primolius couloni, es una ave de tamaño mediano que se encuentra en el este de Perú, el extremo oeste de Brasil y el noroeste de Bolivia. Vive en el borde del bosque siempreverde húmedo, a lo largo de ríos y en los bordes de los claros del bosque, en algunas localidades incluso cerca de los asentamientos humanos. En los bosques inundables prefiere hábitats con palmas de Mauritia flexuosa. Es principalmente una especie de las tierras bajas, que se encuentra hasta los 1.550 m de altitud. Su presencia a lo largo de su distribución geográfica parece variar considerablemente, siendo común en unas localidades y escasa o ausente en otras, y también estacional en unas y residente en otras. Esta variabilidad ha dificultado cualquier estimación precisa del tamaño de su población y ha hecho que se considere una especie rara.

Ciertamente es una especie que podría enfrentar amenazas. Se puede encontrar en los mercados de Brasil, siendo valiosa y de gran demanda debido a su rareza percibida. El comercio internacional es bajo pero aparentemente va en aumento, con tres especímenes en 1993 pero 55 aves en 2000. De las 150 aves comercializadas registradas durante este período, hasta 50 se registraron como comercializadas ilegalmente. Al igual que otras especies de guacamayos, tiene una tasa de reproducción relativamente baja y la recolección ilegal representa una seria amenaza. Gran parte del bosque dentro de su distribución geográfica aún está intacto, pero la minería y la extracción de gas continúan, al igual que la expansión de la industria maderera.

El guacamayo de cabeza azul pasó de estar categorizado en el 2003 en Peligro a estar categorizada como Vulnerable en el 2010 (Lista Roja UICN), esto se logró gracias a las acciones de Loro Parque Fundación en colaboración con las entidades locales Peruanas. Sin embargo, la presión por el tráfico de especies se ha incrementado en los últimos años y se necesita con urgencia información actualizada de su población y de la tasa a la cual está disminuyendo.

Loro Parque Fundación (LPF) en el 2008 firmó un acuerdo con el Gobierno de Perú para estudiar la especie en ese país, donde al parecer se encuentra la mayor población. El marco de colaboración es entre LPF y SERNANP (Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas del Estado) y tiene como objetivo definir los métodos para determinar la densidad de población en sitios clave, determinar el nivel de comercio ilegal de esta guacamaya y promover concienciación local sobre el tráfico ilegal de aves. Las acciones para la conservación de esta especie de guacamayo concuerdan con las recomendaciones de la Autoridad Administrativa CITES de España.

Como primera medida se realizo una revisión de todos los resultados de los estudios que los y las investigadoras han realizado sobre esta especie en los últimos diez años. También se han analizado los registros de áreas naturales protegidas para ayudar a determinar su distribución en el Perú, y estudiado las características de su hábitat y alimentación.
Además, como parte fundamental para planear las acciones de conservación se buscó determinar estimaciones de su abundancia, características de su reproducción, conocer las principales amenazas para su conservación dentro y fuera de las áreas protegidas, y finalmente determinar su estado de conservación.

Algunos de los resultados de este proyecto muestran que las las principales amenazas reportadas por SERNANP son la captura ilegal de guacamayas para venta como mascotas y la agricultura migratoria. Otro conjunto importante de amenazas lo forman la tala de árboles donde anidan los guacamayos para sacar los pichones, recolectar frutos o vender la madera y particularmente en la Reserva Comunal Amarakaeri se ha reportado la captura de P. couloni para aprovechar sus plumas.
Todavía queda mucho por aprender sobre este enigmático guacamayo, pero a través de este proyecto poco a poco se va obteniendo la información necesaria para definir su estado en la naturaleza y aplicar las medidas de conservación adecuadas.